viajando por berlin
- Peule
- 23 abr
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casi no llegamos al tour el primer día porque nos quedamos dormidas, pero llegamos al alexanderplatz, al tour de guru walks (WOW) e hicimos el tour del corazón de Berlín. caminamos y Adrián, el guía de Bilbao nos iba contando de todo un poco. Berlín es una ciudad, sobre todo, reconstruida, una ciudad muy pobre dentro del contexto europeo, y una ciudad muy marcada por el dolor. Adrián decía que es una ciudad pobre pero sexy, y nosotras nos preguntamos qué diría de bogotá o de latinoamérica en general. Adrián le daba durísimo a los alemanes, sobre todo a los de Berlín, por permitir tanto durante la segunda guerra mundial. nosotras hablábamos de lo loco que es que nosotros tengamos a alemania en tan alto estima, como un país super organizado, super avanzado, casi nórdico, pero tuvieron el nazismo y la pared de Berlín se cayó en los 90's, como si fuera ayer. pero seguimos estimando a alemania tanto, me parece muy loco cómo funcionan los prejuicios. porque a pesar de todo lo que pasa acá, ellos siguen muy arriba en el inconsciente colectivo.
fuimos después al memorial de los judios y yo solo pensaba en que esto sigue pasando. que por todo Europa hay monumentos, sitios memoriales, institutos y museos, y en Europa sigue pasando esto. ¿por qué no aprendemos? ¿por qué somos tan incapaces de ver más lejos de nuestra propia nariz? ¿por qué somos tan ignorantes? ¿por qué creemos que estamos inventándonos cosas nuevas? se me quitó el apetito, se me abrió el corazón, me dolió el cuerpo. que importante me pareció ir. creo que es el lugar al que más me interesó ir. no voy a decir que me gustó, porque no me gustó, pero creo que fue el lugar que me pareció más importante. que importante es aprender. y que loco es que haya tantos libros, tantos poemas, tantas canciones, tanto tanto hablado, plasmado al respecto y la gente siga sin entender. que la gente siga repitiendo estas atrocidades. que loco pensar en la cantidad de odio y de apatía que tiene que haber para generar esto, pero sobre todo, la cantidad de ignorancia. ese es el gran problema que tenemos como mundo, nuestra falta de ganas de aprender, de entender, de sentir.
la parte que más me marcó fue el salón lleno de partes de cartas que escribieron algunas víctimas. cartas llenas de amor y de miedo. a J y a mi mamá también. fue con lo que más nos conectamos. porque lo escrito es demasiado poderoso. también lo más desgarrador, porque es entender un poquito sobre las personas que sufrieron, no sólo los números.
la topografía del terror es muy distinta. el ambiente, lleno de luz, ruido y de fotos, contrasta mucho con el silencio, la oscuridad y el respeto que se sentía en el otro. porque claro. es mucho más explícito, mucho más largo, siento que repite y repite y repite, siento que vi la misma foto diez veces. la misma cara malvada sonriendo. se siente muy distinto, desde lo que se ve. no se siente tan GRITO-REVOLUCION-MIREN-EL-ASCO-NO-DEJEN-QUE-SE-REPITA-QUEREMOS-QUE-NADIE-MÁS-NUNCA-VUELVA-A-SUFRIR, como se sintió el memorial de los judíos. no carga tanto dolor. lo siento mas científico, mas lejano, mas apartado. se siente como si te estuvieran dando datos y punto. como si no tuvieran opinión al respecto.
¿Hitler fue a los campos ? ¿cuánto fue? siento que eso es algo que nunca he oído, pero me cuestiono. ¿qué tanto se contaban entre los campos sobre las violencias y experimentos a los que sometían a los prisioneros?
viendo la parte de después de la guerra, cuando explican a detalle las vidas de muchos de los nazis me dio rabia, porque les hacen espacio a ellos, ¿a quien le importa sus vidas?, pensé. son monstruos, pensé. pero no, no son monstruos, son personas a las que los incentivaron lo suficiente para hacer todo el daño que hicieron. y eso es lo más monstruoso. pero no voy a pararme a ver la sala del asesino en serie que fue después de himmel. él no se merece una sala, las personas que pelearon contra el nazismo se la merecen.
salí brava, emputada, de ese museo. se sintió más como una oda que una advertencia. no me gustó para nada.
fue un día largo y sentimos muchas cosas, algunas muy lindas, otras no tanto, pero sentí mucho. que me parece algo muy bueno, porque sentir es ser permeada y me daba un poco de susto que después de viajar tanto, tan rápido, quedara un poco insensible, me encanta saber que no fue así.
nos montamos en un metro, después de dudarlo y no saber bien si estábamos yendo al lado que era y un señor nos empezó a hablar, un alemán hablándonos en español, nos contó que su esposa era venezolana, entonces por eso hablaba español. nos contó de sus hijas que iban gratis al colegio y tenían bachillerato español y alemán. nos pareció impresionante, encontrarnos a alguien que hablara español y que nos conversara con tanta facilidad. los alemanes son más queridos de lo que les damos crédito. como el señor desconocido que acaba de acompañar a la señora casi desmayada hasta que casi lo deja el tren solo para asegurarse que nosotras nos quedáramos con ella.
Alemania me ha sorprendido mucho. no es tan frío como parece, o como lo hacen parecer. me gusta cuando los países no cumplen con mis expectativas. me gusta cuando las retan y son más complejos de lo que parecen. me encanta. no sé si Alemania me ha gustado, sé que he aprendido mucho , pero no sé si me ha gustado.
ayer hicimos otro tour de guru walks, el de los patios judíos. también durísimo, pero igual de importante que el del día antes. caminamos por el barrio judío. donde vimos casas que no habían sido restauradas y seguían con los huecos de las balas de la guerra, vimos el primer cementerio judío de Berlin donde los nazis cogieron las lápidas y las rompieron y las usaron para pavimentar las entradas a los campos de concentración para hacerlos saber para qué iban, lo que les esperaba.
también vimos una escultura que hicieron sobre la primera revuelta que hubo contra los nazis, de mujeres arias que tenían esposos judios que habían sido detenidos. protestaron durante 1 semana hasta que lograron sacar a los 1500 judíos que tenían detenidos. la estatua mostraba a las mujeres protestando, a los hombres saliendo y a unos metros había un hombre sentado en una banca mirando al otro lado. los judíos no se podían sentar en las bancas para ese momento, entonces es también una estatua para mostrar la ignorancia del resto de alemania, que no era con ellos, que miraron para el otro lado, que aunque no fueron perpetradores directos, lo dejaron pasar. me acordé de cuando Naomi Shulman decía “nice people made the best nazis. my mom grew up next to them. they got along, refused to make waves, looked the other way when things got ugly and focused on happier things than “politics”, they were lovely people who turned their heads as their neighbours were dragged away. you know who weren’t nice people? resisters.” porque el gran problema fue que la gente fue ignorante y se intentó desenterar. dolorosísimo todo. pero muy importante ir.
lo hablé mucho con mi mamá porque la calle enfrente del memorial de los judíos se llama la calle Hannah-Arendt. ella fue una cronista que cubrió el juicio de Eichmann y hablaba sobre la banalidad del mal, que el problema es que el mal no viene siempre del odio y la maldad consciente sino de la falta de pensamiento, del conformismo o de la obediencia, que el mal puede cometerse sin malicia, sin convicción, sin corazón, simplemente por no pensar.
han sido días que me han hecho pensar muchísimo. acordarme de los libros y las películas que he consumido sobre el holocausto, darme cuenta que fue mucho peor de lo que me alcanzaba a imaginar. he pensado mucho en lo difícil que es pensar en masticar todo esto y no terminar de entender que el barco se acabó, que ya no va a ser mi realidad. eso no me hace sentido todavía. no lo entiendo.
ayer que comimos con S y con S se me hacía obvio y me encantó que conocieran a mi mamá, pero todavía no asimilo que ya no las voy a ver pasado mañana, como que no he logrado digerirlo, no de verdad. todavía no entiendo la falta que me van a hacer.
abril 23, 2025
estación de tren Berlín
3:03 pm
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