y pasó lo impensable

y pasó lo impensable. lo que para mí se sentía como impensable. volví. todavía no tiene mucho sentido saberme en Bogotá. no entiendo muy bien qué tengo que hacer. cómo hago para no perder todo lo que hice, todo lo que fui. el día que llegué fue raro. como que solo seguía esperando que alguien me pellizcar. que alguien saltara de una puerta o de una ventana y me dijera que fue un chiste! que o ya me podía volver a subir al barco o que todas las personas a las que quiero y que son mis amigas iban a llegar a darme un abrazote. y me quedé esperando. hasta el otro día que me hicieron un desayuno sorpresa de bienvenida. iban a venir más pero llegué en un puente, entonces no todas pudieron. pero me mató del amor que hayan venido, que hayan hablado y organizado con mi mamá. que mi mamá hubiera puesto la mesa con mis platos favoritos, con mi comida favorita, aunque mi mamá le tenga tanta pereza a los desayunos. me dió demasiada ternura todo. ver la comunidad que me he construido con mis dos manitas. que todo el amor que tengo y que le he invertido a mis relaciones valió la pena. me dijeron lo mucho que soy buena manteniendo el contacto y aunque yo no sienta que es así, si fue así. el broadcast list que hice valió toda la pena, hizo toda la diferencia, y dejó que todo el mundo se sintiera muy cerca. creo que si no hubiera sido así mi intercambio, no habría estado tan presente, pero ese fue mi intercambio y logré estar presente y consciente en mis relaciones. logre estar presente para mis amigas sin que me quitara paz ni vida allá. y claro, eso hizo la llegada mejor. pero sé también, aunque no mucho, algo de sus vidas, entonces tampoco estoy tan perdida de lo que me están contando.

me emocionó mucho ver a mis amigas. quererlas y verlas tan emocionadas por mi llegada. suaviza el aterrizaje.

mayo 7, 2024

bogotá

10:22 am