carta a españa

fuiste todo y sobre todo, el mejor lugar para terminar ese viaje. ese viaje de tanto tanto amor, que pudimos cerrar de forma increíble en tí. porque nos diste un poco de todo. nos diste primero y sobretodo, español, que realmente no éramos conscientes de la falta que nos hacía hasta que llegamos a tí. hasta poder entender todo, hablar claro. te sentiste como casa, como volver al lugar que uno conoce, que uno entiende, un lugar donde no hay dudas.

también nos diste una buena rumba, la que nos hacía falta. hace rato, otra vez, sentirnos en la casa, hacer cosas que conocemos. salir con gente conocida y saberse todas las canciones. gracias por eso. fuiste muy refrescante, madrid fue, como ví por ahí caminando, insustituible. leí esto y no lo pude haber dicho mejor yo; porque madrid, en realidad, no es nada especial. no tiene un gran río, ni apenas rascacielos. ni canales ni lagos. ni gloriosas ruinas, ni mar. a madrid le faltan muchas cosas. pero tiene la gente por las calles, el rincón inesperado. la variedad. el contraste. la animación constante. y sus costumbres. vale la pena levantarse temprano- por una sola vez- para vivir un día la vida de madrid.

nos cogiste cansadas, nostálgicas, y sin ganas de despedirnos. pero nos acogiste, nos dejaste vivir lento, hablar mucho y reírnos más. nos ofreciste todo y te recibimos mucho. nos dejaste, en el último día, irnos las cinco, ni una más ni una menos, en un carro por siete horas, cantarlas y reírlas todas. nos dejaste cerrar ese ciclo de la mejor manera, de la forma más dulce y más amable, de la forma más justa para esa hermandad que el mar y el barco nos dió.

gracias por los brazos abiertos, gracias madrid por ser la ciudad sin mar con mayor número de náufragos, gracias por dejarnos naufragar en tí.

poli

mayo 20, 2025

bogotá

3:48 pm