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respuesta a ghana

  • Foto del escritor: Peule
    Peule
  • 19 mar
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 24 abr

eres, a diferencia de Sudáfrica, la única historia que hay de África. el puerto es de carga y no de barcos, como han sido las otras ciudades a las que hemos ido. Tema y Accra, siendo ciudades importantes en este país son ciudades muy pobres, con gente cerrada, poco interesada en bienvenir a los turistas. con manes asquerosos, ganosos y listos para demostrarte que tienen más poder que tú.


creo que desde el principio, no todo estaba bien. aunque la embajadora Busia fuera interesantísima y una mujer extraordinaria, lleva toda su vida viviendo afuera de Ghana, entonces no es la persona que nos podía vender este país como una gema escondida. y parte del barco sintió esa desgana, desde el preport (que es la reunión que nos hacían todos los días antes de bajarnos a cada puerto para explicarnos un poco de las costumbres y de qué esperar) cero que nos explicaron cosas culturales, no como lo han hecho con el resto de los países. no nos dijeron ni qué ponernos, cómo hablar, cuales son los tratos específicos, ni cómo nos podían recibir. solo nos dijeron que nos iban a robar y que nos iba a dar malaria. nada más. muy difícil así.


y todo fue así. apenas entramos a Accra nos dimos cuenta que no iba a funcionar como el resto de los puertos, que estábamos fuera de nuestro elemento. fuimos a un restaurante donde casi no nos sirven nuestras tarjetas hasta que la de S pasó, y la pasaron dos veces. en el centro comercial no recibían tarjetas y donde sí las recibían, ninguna sirvió. 


la cata de chocolate estuvo chévere y eso que yo soy cero fan del chocolate. pero fue un buen plan, pero obvio no me pude terminar los chocolates. nunca he podido. me pareció muy chévere. en Ghana son famosos por el cacao y los de esta empresa querían serlo por el chocolate también. me pareció impresionante el proceso de sacar chocolate al café. me pregunto sobre dónde más se da el cacao, cuales son las diferencias de los lugares en donde se da el café, ¿por qué son diferentes? solo son geográficas? o también son políticas? el lugar al que fuimos se llama 57 chocolate, porque en el 1957 fue cuando el país se independizó, entonces en honor al espíritu independizador fue que le pusieron este nombre.


nos perdimos porque la del lugar del chocolate, portia, nos dijo que comiéramos en Osu, nosotras lo entendimos como un restaurante, pero era una zona, entonces esperamos a otro uber y comimos en Buka, un restaurante de comida local. No me pareció especialmente rico el jollof rice, que era algo de lo que estaba emocionada de probar.


 cuando nos fuimos, nos montamos en un uber que se empezó a perder, se metió a dos calles cerradas antes de meterse en un parqueadero que fue donde nos paró la policía. eran dos, uno que nos empezó a coquetear, y el otro a interrogar. que dónde estaban nuestros papeles, que qué hacíamos ahí. le dijimos que no teníamos nuestros papeles, porque nos daba susto darle nuestro celular con las fotos de los pasaportes, que nos lo fuera a robar. les explicamos que habíamos llegado por barco y los del barco tenían nuestro pasaporte, que teníamos afán, que perdón por molestar. él seguía, insistía, que los papeles, que le dijéramos de dónde éramos, qué cuantos años teníamos. nosotras no sabíamos bien qué decir. inseguras de todo lo que decíamos, nos contradecimos todo, y entonces él preguntaba más. M le mostró su pase de manejar, y le dijo que no entendía porque todas las preguntas, que necesitábamos irnos ya, y ahí fue que nos empezó a amenazar. que por estar indocumentadas nos tenían que llevar a la comisaría, que nos tenían que procesar. que ahí si nos iban a interrogar. lo decía con dicha, como sintiéndose poderoso, claramente disfrutando su posición de poder. nosotras estábamos las tres muy asustadas. sintiéndonos muy inseguras. si algo nos pasaba, nadie se enteraría, seríamos tres turistas perdidas, y todas teníamos el celular con 5% de pila o menos. yo tenía el corazón a mil. pero, convencida de que si uno hace las cosas bien, las cosas suelen salir bien, le empecé a dar las gracias, por explicarnos que necesitábamos los papeles, que la próxima vez los íbamos a tener, que apenas llegaramos al barco lo íbamos a resolver, yo empecé a despedirme de él. a darle gracias por entender, gracias por no llevarnos a la comisaría. creo que ahí se dió cuenta de que no nos iba a sacar plata y aflojó. nos dijo que iba a ser muy querido y que nos iba a dejar ir. yo, en ese tiempo, tuve pánico. por mí. porque ese man nos pudo haber hecho cualquier cosa y nosotras sin pila ni señal, no habríamos tenido forma de avisar que no estábamos bien. 


cuando nos dejó ir estábamos muy descolocadas. muy bravas. sintiéndonos muy impotentes. sobre todo eso. ese era el sentimiento más grande que teníamos, impotencia. el uber que había sido un encarte, antes que cualquier otra cosa, y ahora manejaba a 30 km por hora, totalmente ignorante a nuestra angustia, a nuestras ganas de llegar al barco.


entonces se volvió a meter por donde no era y ya estábamos dentro del puerto, pero no cerca al barco. y nos encontramos a otro personaje de seguridad, qué, otra vez, nos empezó a coquetear en vez de hacer su trabajo. me hablaba a mi, mirándome a los ojos, me decía que fuera su esposa, que le diera mi número, mi tik tok. nosotras solo queríamos llegar al barco y cuando le dije que no, me respondió bravo, que él solo estaba preguntándonos si éramos americanas, que no nos costaba nada responderle. cuando le dijimos que sí, que éramos americanas, porque era más confiable que la alternativa, nos dijo que viéramos lo fácil que era ser queridas, y por fin le dió las direcciones que eran al conductor. cuando el conductor nos dejó en el shuttle que nos llevaba al barco tuve que hacer un esfuerzo monumental para no atacarme a llorar. 


nos montamos al barco y fuimos a la recepción. le intentamos explicar lo que nos pasa a la recepcionista, N, y nos dijo que iba a llamar a alguien con autoridad para que habláramos con él. lo llamamos por 10 minutos y él no contestó. osea que si lo habríamos llamado por la aplicación que nos insistieron en bajar por situaciones como estas, no habría contestado nadie igual. ahí llegó J, que es como la rectora del barco, recién levantada a hablar con nosotras. tenía cero ganas de estar ahí. nosotras tampoco teníamos ganas de estar ahí, ni de que ella estuviera ahí. 


cuando le hablamos, nuestro interés verdadero era saber si actuamos bien o si había algo más que decir o hacer. porque no queríamos que se repitiera, pero si se repetía, quisiéramos estar más preparadas. ella, claro, estaba preocupada por nuestra tranquilidad, porque se notaba que no estábamos bien. era obvio. nos dijo que actuamos bien, que qué bueno que no dimos nuestros nombres y ahí nos dijo que hubiera servido mostrarle fotos de nuestros pasaportes. todas la teníamos, pero en ese momento no se nos ocurrió. después nos dijo que ahí es cuando debemos usar safey, llamarlos, pedirles ayuda. pero, yo pensaba, estabamos a media hora del barco, si los llamabamos, habríamos tenido que esperar media hora con ese policia miedoso para que ellos llegaran, y que susto. además, traerían a otro policía y obvio, hay policias buenos y malos, pero, creo que la forma en la que nos trataron es algo más cultural. o, así se ha sentido. pienso mucho que aunque en Colombia podría ser parecido, no lo es, porque nadie sabe inglés, entonces una turista gringa no tendría este encontrón con un policía porque el policía no tendría como hablarle, como hacerse entntender, como dar esos undertones de superioridad. J nos recomendó ir a hablar con las terapeutas del barco y se acabó la conversación.


fue una experiencia horrible. porque nos sentimos totalmente victimizadas por ser mujeres, siendo hombres no habría sido ni una experiencia ni un momento, porque no habría pasado. cuando les pasó a unos manes del barco, ellos simplemente les pagaron, se riéron y fin del cuento. pero como somos mujeres tuvimos miedo por nuestra integridad y por nuestra vida. 


no quisimos que esa fuera la única historia de ghana, entonces nos fuimos  aun beach club divino, y la pasamos muy bien con S, y estuvo muy lindo. pero no cambió nada.


marzo 18-19

Tema, Ghana

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