¿qué es lo que más falta me va a hacer?

no sé. bueno, claro que sí sé. lo que más falta me va a hacer son mis amigas. sin lugar a dudas. sin pensarmelo dos veces. la risa de la nada que se le salía a A, los comentarios fuera de contexto de M, los comentarios y las lágrimas de S, y la imprudencia de S, voy a extrañar hablar con ellas hasta el cansancio. y creo que no he podido leer las cartas porque me da miedo no llorar. porque sé, a ciencia cierta, que no hay forma de explicar nuestra amistad, sé que poner en palabras el salvavidas que fuimos las unas a las otras es algo que creo que todavía no terminamos de entender. creo que nunca lo vamos a poder entender. pienso en lo que dicen en Before Sunset de “when you’re young you just believe there’ll be many people with whom you’ll connect with, later in life you realize it happens only a few times.” 

sé que todavía no sé lo mucho que las voy a extrañar. sé que todavía no me hacen falta, no tanto, no como la que sé que me van a hacer. creo que ese es el costo de conocer a personas tan especiales, que cuesta mucho despedirse. pero siento que me ha costado mucho realmente hacer consciencia de que ya no van a hacer parte de mi cotidianidad. solo parte de mi vida.

también voy a extrañar esa vida. de conversaciones de pensamientos y conceptos, de autorreflexión, de conversaciones conscientes. cuando hablábamos de la realidad, de nuestra realidad, éramos críticas y autorreflexivas. me va a costar un poco cuando vuelva. me va a costar mucho. volver al chisme, a la vida sin pensar, en piloto automático, de conversaciones tontas, sobre gente que no me importa. voy a extrañar no tener eso. 

abril 25, 2025

entre berlín y budapest

tarde.